miércoles, 29 de julio de 2015

ROLINDES 2011


        










Si quieres que un sueño se haga realidad debes compartirlo con otros, aquí comienza mi verdadera historia…

-Ricardo Palacios-













- ROLINDES 2011 -









Siempre es agradable poder hablar del vino de un compañero. Más aún cuando has visto como nacía y se desarrollaba. En parte es algo tuyo, por lo que te une a la persona que madura en su mente un sueño. Más aún, si además cuenta con la complicidad de otro amigo común. Así nació Rolindes...

Nunca se sabe las vueltas que da la vida. Si realmente pensásemos eso un solo minuto, seríamos más observadores, memorizaríamos nuestros actos y archivaríamos los recuerdos
.





Me viene esto a la mente cuando pienso que caté a ciegas un vino en la bodega de un amigo (sin nombre, el vino), una persona capaz de intentar que los sueños se hagan realidad (los propios y los ajenos), arriesgado, minucioso y creativo.





Pasado el tiempo, volví a catarlo, esta vez, de forma pícara, bajo el concepto de "vino riojano" en una clase de barricas. Podría haber pasado perfectamente bajo ese concepto, pero no, había algo que le diferenciaba del concepto de Rioja Clásico y Moderno. Vino de estilo bordelés (despalillado, fermentación de la uva rota) a medio camino entre ambos estilos. 








Tardé tiempo en volver a catarlo. En casa, con tranquilidad, sabiendo que procede de uva ecológica, con vinificación integral en barrica durante 22 meses (600 l. , 80% de roble francés y 20% americano), sin clarificación y que ha sido filtrado con un cartucho de 3 micras (lo cual nos va a hacer ver en la copa cierta sedimentación, en ningún momento apreciable al tacto), un 14.8% que a priori podría apreciarse y una Acidez Total de 6 gr / l de Tartárico.






Memorizando, entre las tres catas, pasaron cuatro años ;). Tiempo suficiente para poder hablar de un vino de capa media, franco, con toques de fruta negra, tostados y grafito. Un vino para aprender y memorizar lentamente, con la misma lentitud de quien busca en su memoria recuerdos del pasado, de ese tiempo pasado entre disfrute y disfrute, en el que se recuerda la evolución de un niño en crecimiento, que busca la adolescencia y llega a la madurez con la sonrisa de la experiencia acumulada, con la intención de hacer las cosas cada vez mejor y aprender del pasado... 








Calza un 49 de corcho y hay un detalle que cada vez aprecio más encontrar en el vino, cápsulas que permitan ver parte del corcho a través de la botella sin tener que quitarlas. Permiten suponer un posible problema existente en la botella por su estado. 











En cuanto a la comida, los platos cocinados de forma lo más fiel posible a su esencia, saben sacar lo mejor de él. No siempre se trata de ganar una batalla, sino de compartir una victoria. 
















Deseando poder disfrutar la siguiente añada, que seguro sorprenderá ;)


















Rango de precio: 35 - 40 €. Si me preguntasen una ocasión para abrir este vino, mi respuesta sería una comida sosegada y mucha conversación, o bien, un libro en una tarde de otoño sin prisas.




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